Empecé a interesarme por la fotografía a los 17 años. Los primeros años ni siquiera tomaba fotos, principalmente porque no tenía ni cámara en el móvil, pero de forma autodidacta comencé a estudiar lo que encontraba acerca de este fascinante mundo.

 

Tuve la suerte de que me dejasen una Panasonic Lumix semirréflex con la que trasteé por primera vez la teoría que llevaba más de un año estudiando.

 

Mi primera cámara la tuve a los 19 años, una Nikon D3100 con la que aún disfruto la fotografía.

 

Un año yendo de oyente voluntario al Grado de Bellas Artes fue cuando descubrí que verdaderamente quería dedicarme a ello, así decidí aprender más y de forma más especializada. Al año siguiente me matriculé del Ciclo de Formación Superior de Imagen.

 

Dos años de esfuerzos, alegrías, penas, amistades... me acercaron a lo que soy hoy después de varios años de lucha y aprendizaje constante.